Reproducción de las plantas carnívoras

Las plantas carnívoras son la fascinación de muchas personas, son plantas muy curiosas que se alimentan de insectos para saciar sus necesidades nutricionales con el fin de producir energía. Se alimentan de insectos y protozoos y crecen en suelos pobres ricos en nitrógeno como tierras ácidas pantanosas y los farallones rocosos.
Reproducción de las plantas carnívoras
Las plantas insectívoras están representadas por numerosas especias, cada una de las cuales cuenta con su propio sistema de reproducción. Sin embargo, las plantas carnívoras se caracterizan por utilizar la reproducción asexual o la reproducción sexual por semillas.
En la reproducción asexual nos encontramos con rizomas y esquejes, es decir, las plantas carnívoras dan lugar a hijuelos que nacen a partir de raíces superficiales. Este es el cazo de las plantas insectívoras tipo jarra.
Para la reproducción por esquejes se requiere de una pequeña rama u hoja, esta cae al suelo o es cortada por el dueño de la planta y la siembra en el sustrato adecuado. De cada esqueje pueden llegar a nacer hasta 3 plantas.
Una planta insectívora no gastará energía produciendo polen para la reproducción sexual si se siente cómoda con el ambiente y no requiere de nuevos genes para sus plantas hijas.
¿Cómo se alimentan las plantas carnívoras?
Las plantas carnívoras emplean diversos métodos de captura y ello determina su especie:
Pinzas
Es el mecanismo de la Venus atrapamoscas y la Aldrovanda vesiculosa. Si un insecto se posa en estas plantas y toca los cilios detectores la planta se cerrará atrapando al insecto. El movimiento del insecto estimula la secreción de jugos digestivos. Una vez digerido el insecto la hoja cae.
Pelos pegajosos
Es el método de las droseras, Drosophyllum, Pinguicula y Bublis. Las hojas se encuentran recubiertas por una mucosidad capaz de capturar pequeños insectos. Al capturar un insecto la hoja se cierra y no se abre hasta haberlo digerido.
Trampas de caída
Es el método de la Nepenthes villosa, Cephalotus , Sarracenia, Heliamphora, Darlingtonia y Brocchinia reducta. Tienen forma de jarrón y en el fondo almacenan un liquido que emplean para ahogar a los insectos. Atraen a los mismos con aromas y cuando estos se posan resbalan por el borde y caen en la planta. Cuentan con pequeñas sombrillas naturales para repeler el agua de la lluvia.
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