Reproducción de los musgos

El musgo es una plata no vascular. Su proceso de reproducción es caracterizado por presentar dos tipos de generaciones, una heterofásica y otra heteromórfica. Es decir, da lugar a un cigoto que puede reproducirse de forma sexual o asexual.

Reproducción de los musgos

El musgo da lugar a un gametófito, el cual, desarrolla gametangios, anteridios y arquegoniadas. Estas últimas se encuentran protegidas por una cobertura especial de células estériles.

Luego de la fecundación el cigoto forma un embrión que es alimentando por una célula madre, este tipo de reproducción sexual se produce en el interior del arquegonio.

Durante el proceso de reproducción las esporas caen al suelo, ellas forman gametofitos donde encuentran órganos masculinos o anteridios y los órganos femeninos o arquegonios. Estos órganos forman gametos, estos se desplazan por el agua o el aire hasta unirse y formar el cigoto.

En el caso de la reproducción asexual, el gametofito se fragmenta a través de gemación del protonema o de propágulos.

En este caso las estructuras vegetales pueden desprenderse y formar nuevas plantas.

Características del musgo

Los musgos carecen de tallos y de hojas. Son plantas muy abundantes que crecen en zonas muy variadas, desde bosques tropicales, casas, paredes, troncos de árboles, suelo y muros. Crecen en zonas húmedas.

Sobreviven a la sequía marchitándose, se recuperan en la temporada de lluvia donde se reproducen.

No presentan sistemas vasculares, en su lugar, cuentan con células rudimentarias especializadas para conducir la savia.

El ciclo de vida del musgo es complicado, la mayor parte de su vida sus células son de tipo haploide. El ciclo diploide o esporofito es de corta duración y dependerá de la generación del gametofito.

Esta planta es necesaria para mantener el equilibrio de los ecosistemas, el musgo mantiene la humedad del suelo, previene su degradación y es refugio de gran variedad de criaturas invertebradas.