Transporte de nutrientes en las plantas

La alimentación de una planta es directamente dependiente del transporte de nutrientes. Para que ese proceso se realice, deben participar las raíces, las cuales son capaces de captar los minerales del agua que se encuentra en el suelo.

De igual forma, las hojas juegan un papel importante captando dióxido de carbono del ambiente, para que luego que todos los elementos sean absorbidos el proceso de fotosíntesis los pueda convertir en nutrientes.

Índice
  1. ¿Qué es?
  2. ¿Cómo es el proceso?

¿Qué es?

El transporte de nutrientes en las plantas es un proceso en el cual participan todos los elementos que la conforman, con el fin de que puedan interrelacionarse constantemente con el medio en que viven. Este proceso se materializa al momento en el que se logra un cambio fluido de los minerales a nutrientes.

En ese sentido, la raíz de toda planta es uno de los órganos responsables de este proceso, ya que su función básica en el transporte de nutrientes es absorber y conducir los minerales disueltos en el agua.

Por su parte, el tallo es la estructura vascular de la planta, por lo que cumple la tarea de dar vitalidad a las hojas o estructuras de reproducción, así como de transportar agua, nutrientes y ser el depósito de sustancias alimenticias.

Por último, la hoja es la estructura conductora de nutrientes donde se lleva a cabo el proceso de fotosíntesis.

¿Cómo es el proceso?

Hay una cadena de procedimientos naturales para que una planta se alimente correctamente mediante sus estructuras. Estos procedimientos se conocen como absorción, circulación, transpiración, respiración, fotosíntesis, asimilación y excreción.

Absorción: Es la entrada de sales o minerales que se encuentran en el suelo, la cual ocurre por parte de las raíces. Esta función se desarrolla por poros que se ubican en extensiones de las células epidérmicas que poseen las raíces, estas son llamadas “pelos absorbentes”.

Circulación: También conocida como transporte de sustancias, va desde las raíces hasta toda la planta. Sus vías comunicantes son los conductos que posee el tallo, conocidos como xilema y floema.

Transpiración: Se trata de la eliminación del exceso de agua. Es similar a la evaporación porque consiste en la pérdida de H20 (agua) de las hojas, y en algunos casos del tallo. Además, permite la difusión del dióxido de carbono requerido para la fotosíntesis.

Respiración: Es un proceso que consiste en la metabolización de nutrientes para obtener energía en donde se utiliza oxígeno y se produce dióxido de carbono.

Fotosíntesis: Se refiere a la conversión que realiza la planta para obtener sustancias orgánicas. Esto lo logra mediante los compuestos que absorbe la planta como agua, luz, CO2 (dióxido de carbono)  y un agregado imprescindible como lo es la clorofila.

Asimilación de la planta o nutrición: Sucede cuando las células incorporan los elementos o compuestos elaborados en los procesos previos de formación y transporte.

Excreción: Es el último paso del proceso. Se trata de la expulsión de sustancias catabolizadas producidas en el metabolismo. Ocurre a través de tejidos especializados que se encuentran en el tallo y las hojas.

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